Editorial 2 Directiva ATEC

Montevideo 23 de junio de 2020

Editorial 2

¿Cuándo el vellón protegió del lobo?

Viejas recetas se quieren poner en marcha, y nada mejor que la desestabilización de los sindicatos, mediante la precarización laboral y el impedimento jurídico a la mayor fuerza combativa de los colectivos, la huelga.

En el proyecto que se plantea llevar adelante para cercenar el derecho de huelga y dejarlo como un mero acto “a distancia y sin molestar” no nos puede pasar desapercibida la manifiesta intención de culminar con una propuesta, no es casual, que en combinación con la Ley de Urgente Consideración, el Decreto 90/2020, y los lineamientos del Ejecutivo para las próximas rondas de salarios, dejarían a los sindicatos casi como criminales por pelear por sus salarios, por las mejoras de condiciones de trabajo y por mantener las fuentes laborales.

No pondremos en discusión las intenciones del “rompehuelgas”, más que la de beneficiarse a sí mismo. Nos preocupamos por aquellos tercerizados y precarios que quedarían más desprotegidos aún, los compañeros violentados en sus derechos como trabajadores, quienes serían castigados con el peso del poder judicial (no de la justicia) por no dejarse atropellar a voluntad de sus direcciones y patronales.

La construcción de colectivos y sus responsabilidades están bien enmarcadas hoy en día. Pero  se pretende ajustar y desprestigiar a un sector que lejos de ser el que ha generado las crisis económicas y las más aberrantes formas de explotación, ha contribuido en la mejora de la calidad de vida de la clase trabajadora, y la gran mayoría de las veces ha sido a través de la lucha, en la calle, en las puertas de los locales, y en las ocupaciones como medidas extremas ante la intransigencia patronal.

Como clase trabajadora debemos dar la pelea, en conjunto, por la eliminación de este tipo de proyectos que sólo pretenden atar las manos a los movimientos sociales, quitarle las herramientas de lucha, para quedar aún más en desventaja frente a las direcciones y patrones.

No hay modo de desenmascarar y ahuyentar al lobo, si el rebaño no deja de serlo. Debemos organizarnos, rebelarnos y dar pelea.

Directiva Atec