Entrevista a Diego Arrieta
Su nombre completo es Diego Aníbal Arrieta Pozzi, tiene 42 años y siempre vivió en el Prado. Su formación en Ciencias Biológicas, le permitió ingresar en el año 1995 como asistente en la Dirección de Innovación Ciencia y Tecnología, lugar donde aún trabaja, además de ser investigador de anfibios y reptiles en el Museo de Historia Natural. Tiene más de 30 trabajos editados entre libros y artículos en sitios especializados.
Se considera parte de ese 20% de personas en el mundo que trabaja de lo que le gusta. Desde el año 2005 es funcionario contratado del MEC.
-¿Cómo era el panorama gremial en ese momento?
ATEC se conforma el 5 de setiembre de 2005. Nace producto de una insatisfacción y una impotencia que le generaba a toda la gente que estaba contratada en el MEC y en todas las Unidades Ejecutoras. El gremio que en ese momento se constituyó era AFSEC que solo afiliaba a funcionarios de carrera y de unidad ejecutora 01. Cuando la gente de allí les solicitó afiliación se la negaron, entonces ATEC nace de la necesidad de una cobertura integral de la gente. Todas las personas en distintos niveles tienen que tener sus derechos salvaguardados y no podés hacer franjas de gente, “vos como estás en este nivel ahora sí sos de nosotros”. Entonces eso creo un montón de rispideces que generó ATEC en su momento que era un grupo de funcionarios, muchos de ellos presupuestados. ATEC rápidamente se conformó con funcionarios contratados pero muchos de carrera y al poco tiempo promedió unos 340 afiliados.
¿Dónde estaba la fuerza inicial de ATEC? ¿Qué base nucleaba más trabajadores?
Básicamente los contratados de Secretaría, los contratados de lo que fue después la Dirección de Educación, que son todos los CECAP, que son horas docentes, no estaban los Centros MEC y después todos los que pululaban de las unidades ejecutoras chicas pero básicamente eran de Secretaría, porque en realidad las unidades ejecutoras que después se desprendieron pertenecían acá.
¿Qué recuerdos tenés de esos primeros meses donde se conformó?
A nosotros nos pasó algo muy particular. Yo ingreso al MEC y enseguida pido para afiliarme al gremio que sea, sobre todo pensando en que la administración pública para mí era algo nuevo, no tenía experiencia, sí un poco en el gremio de facultad de ciencias, de haber ido a las reuniones de gremio, pero no sabía la mecánica de trabajo que tenía la administración central.
Si nosotros no nos metíamos a pelear desde adentro como base y lo llevábamos a los plenarios, nadie nos iba a defender»
Entonces, con un grupo de compañeros que éramos del Museo nos quisimos afiliar e hicimos la consulta. Como en el museo donde nosotros estábamos, un ex director había estado muy vinculado a la dictadura, asociaron a nosotros ese museo y nos dijeron que no nos podíamos afiliar. Nos tuvieron como un año y pico sin afiliarnos, pensando que los contratados no podían hacerlo.
Su ingreso al gremio
Cuando el Museo de Historia Natural y el Museo de Antropología se fusionaron en una unidad ejecutora (MUNHINA) con dos sedes, se hizo un llamado público para que los trabajadores, entre ellos Arrieta, pudieran concursar. Ese llamado era para antropólogos, un perfil que difiere y bastante de la formación científica que tienen los trabajadores del museo.
Ahí me di cuenta que estábamos en el horno, que nadie se estaba preocupando por nuestra situación y ni siquiera habían leído lo que éramos, ni tampoco lo entendían, entonces nos dimos cuenta que si nosotros no nos metíamos a pelear desde adentro como base y lo llevábamos a los plenarios, nadie nos iba a defender.
Esa sensación de desprotección es horrible, cuando vos no sabés como hacerlo, pero el que creés que puede no tiene ni idea. Y ahí les dije a mis compañeros que me quería presentar como delegado de base. En 2008 me presento, sigo en 2009 y 2010; en 2011 me postulan como presidente del gremio y les digo que no porque no me sentía con la capacidad, me lo vuelven a proponer en 2012 y acepto. En 2013 me solicitan para el consejo directivo de COFE en un congreso, dije lo mismo que cuando tuve mi primera experiencia con ATEC, y en 2014 me lo vuelven a pedir y entramos en la lista oficial, ganamos, pero la otra lista minoritaria sacó un lugar y quedé como primer suplente.
ATEC tenía una sede en la calle Treinta y Tres, que el MEC la había gestionado y lo compartíamos con SIFUR, el gremio de las Fiscalías de Corte, ahí había una biblioteca, computadora, una cocina, eso fue del 2006 al 2009 y era divino la gente iba y sesionábamos ahí. Tener una sede es una de las aspiraciones que tenemos y que le vamos a plantear a Papadópulos en breve dado que el MEC está donando distintas propiedades con fines habitacionales.
¿Qué desafíos te significaba?
En lo personal muchos, yo sentía que había un grupo de personas que me daban la confianza para que yo los represente, los ayude, les cuide sus derechos, me lo tomé con terrible responsabilidad, el primer día cuando gané me puse a llorar por pensar “ahora hay 500 personas que en muchos casos dependiendo de lo que yo haga está en juego su laburo”.
Entonces lo primero que hicimos fue tratar de ver en qué situación está el gremio, porque había nichos que el gremio no atacaba, lugares en que el gremio no estaba, y cómo mejorarlo. Entonces por un lado traté de reflejarme en los gremios más exitosos de afuera, y por el otro lado, tender vínculos con el PIT CNT.
En el gremio dijimos, si acá en el MEC somos 2000 funcionarios, nosotros no podemos ser 300. En algún momento me dijeron más vale calidad que cantidad, pero el gremio es de todos, no es de un sector, porque AEBU ADEOM, SUNCA, lo que tienen es una plataforma que evita que se vulneren los derechos de todos, con reglamentos de ética y conducta.
Hoy ATEC está en el momento más alto en todo sentido como gremio»
Desde que nosotros asumimos la primera movilización grande a nivel COFE, fueron 47 personas de ATEC y para nosotros había sido un éxito. Y ahora vemos las últimas movilizaciones que tuvimos de casi 250 personas de todas las bases y eso te da un nivel de compromiso y responsabilidad con la gente.
¿Cómo ves el gremio en la actualidad y a qué le atribuís la mayor participación?
Hoy ATEC está en el momento más alto en todo sentido como gremio, de un tiempo a esta parte, no solo se ha consolidado, sino que empieza a tener un sentido de pertenencia general entre la gente del MEC.
Para muchos el gremio es un salvavidas que cuando tiene un problema va, pero para otros el gremio es el sentirse respaldado, el saber que si hay un problema el gremio para, y que si hay una injusticia hay alguien que lo respalda y realmente se pone las pilas, que si hay una movilización va para marcar presencia, que cuando llega fin de año poder hacer una fiesta entre todos los compañeros.
Yo creo que en este momento hay más fortaleza porque hay más participación, porque se empezó a darle lugar a la gente y empezaron a sentir que pueden hacer cosas sin la tutela constante. Hoy por hoy el gremio mejoró mucho por los delegados de base de Secretaría, que laburaron desde el llano.
¿Tiene que ver que la mayoría de los que participan son jóvenes?
Totalmente. Se combinó que hubo un grupo de gente joven muy importante que se encolumnó atrás de un desafío común que era ser presupuestados, no perder el laburo, y eso generó pilas e inquietudes, que empezaran a aprender cómo funciona ATEC, ir a COFE, contagiar al resto de los compañeros y eso generó una constancia en el tiempo de actividades que hizo que la gente dijera “esto no para”.
Si hoy por hoy el gremio cambió, gran parte tiene que ver con los jóvenes de secretaría. También hicimos cabeza en cultura y se trabajó, pero ellos ya tenían un expertise de cómo laburar.
Todavía nos falta un montón de aspectos para que el gremio sea considerado por todos como su gremio»
Hoy ATEC está metido en todos los cimientos de COFE, estamos en las comisiones de cultura, de seguridad laboral, de organización, de derechos humanos, de Estado y presupuesto, de prensa y propaganda, en el consejo de COFE, en el PIT CNT estamos colaborando con algunas cosas.
¿Qué dificultades le ves al gremio?
La fortaleza en este momento está en determinadas personas que son generadoras de algo, que después, cuando eso está consolidado ya no importa si esas personas están o no. Si hoy Françoise, el “pela” o Fiorella no están, sigue andando, porque aprendieron. Lo importante es que haya una continuidad y una permanente formación de gente nueva y acoplar a gente que no está. Como debilidades, creo que todavía nos falta un montón de aspectos para que el gremio sea considerado por todos como su gremio.
Hay lugares donde el gremio tiene descrédito, no producto de la actuación actual, sino por las sucesivas confrontaciones en el pasado»
Más allá de que para muchos el gremio fue importante desde el momento que tuvieron que negociar algo y se dieron cuenta que era ATEC el que negociaba porque era el que estaba reconocido por COFE, o los cursos de veedores, si no estabas en ATEC no los podías hacer y entonces no podías concursar.
Yo creo que es necesario lograr una escala salarial, lograr algo que más allá de los pequeños logros que ve quien está en ATEC, el grueso de la gente diga, “ah, mirá!”. Porque hay gente que con razón o no piensa solo con el bolsillo y el sentido de pertenencia solo se lo da si mejora económicamente. Para muchos el gremio implica un tema filosófico, que tiene que ver con la lucha de clases, con ser parte de un colectivo que defiende los derechos en común, pero para otros es un seguro que si tengo un problema o me quieren echar me protege, si hay un problema salarial me lo soluciona.
Una debilidad que tenemos es que hay lugares donde el gremio tiene descrédito, no producto de la actuación actual, sino por las sucesivas confrontaciones en el pasado entre personas de este gremio y AFSEC.
¿Cómo describirías el vínculo con las nuevas autoridades?
Cuando nosotros asumimos en ATEC en 2012, estábamos en la mitad de un período, y nos encontramos con inexperiencia desde el punto de vista del trato con las autoridades, dificultad de nexo porque ATEC tenía participación cero y yo traté de aplicar en base al sentido común las reglas claras con los compañeros de la directiva. Con Papadópulos tenemos un diálogo más que fluido, con Mautone, con Inda, con todos.
¿Cómo ves la real participación del gremio en la reestructura?
Eso es muy dispar, nosotros tenemos una participación muy activa y muy adelantada en muchas unidades ejecutoras, donde el director generó una resolución creando la comisión bipartita, con plazos, nombrando las personas.
Después tenemos un problema más estructural que viene de acá por la macrocefalia que tiene el MEC, que hay muchos puestos de dirección y jerarquía que no eran afiliados a ATEC y había una baja participación de los funcionarios agremiados en las discusiones. Eso lo empezamos a corregir en el último año y medio de la gestión pasada, pasamos de no tener nada a estar en un ámbito de negociación importante.
Hoy, con autoridades nuevas, el nuevo tiene la transmisión de lo que se hizo porque les dieron los pendrives con todo, pero no les dijeron “esto se tiene que hacer de esta manera”, se volvieron a apoyar en la vieja guardia, y si no fuera porque en la última reunión los trancamos y les dijimos que tenían que conformar una bipartita con los gremios, se iban a generar las procesos y la íbamos a ver pasar de nuevo.
¿Qué garantías tenemos de qué eso no pase?
Acá hay algo que es importante, la Ley de Negociación Colectiva obliga a negociar pero no a acordar, siempre la última palabra la tiene la dirección, pero eso no implica que no te puedan escuchar a vos y que no pueda haber una mesa de diálogo y negociación donde vos puedas hacer propuestas.
Lo que yo siento que está pasando acá es que hay un grupo de mandos medios que está avanzando en un proceso, están consolidando una estructura que si no se empieza desde el arranque a tratar de trabajar en conjunto, se flecha la cancha, porque si ustedes trabajan 3 meses en una estructura y después me convocan para que yo la empiece a trabajar, voy a trabajar en la que ya me das, y todo lo que vos me digas lo vas a retrucar porque ya lo hiciste.
Si acá no hay real participación, nosotros no vamos a firmar ningún documento en acuerdo»
La negociación importante es arrancar de cero todos juntos y bien clarito. Eso es lo que queremos hacer nosotros, porque ya se lo dije en la última reunión a Papadópulos, el problema que nosotros vemos es que por más que no sea un cosa formal marcada por la dirección general, hay un grupo de mandos medios que se juntan por la de ellos a armar algo, eso ya es parte de ese proceso porque alguien autoriza que se estén juntando informalmente a discutir cosas, esa discusión es un adelanto de algo, después te terminan dando todo.
Nosotros lo que queremos es cortar eso porque si acá no hay real participación, nosotros no vamos a firmar ningún documento en acuerdo, la Ley obliga a que se firme en acuerdo. Nosotros no vamos a firmar nada si no están dadas las condiciones.
¿Cuáles son las principales reivindicaciones para este período?
Una son los contratos precarios, nosotros queremos que todos los funcionarios que cumplan funciones presupuestadas sean funcionarios de carrera, que se terminen con todos los manoseos de las tercerizaciones de la índole que sea. En este mismo punto también queremos que aquellos funcionarios que cumplen con horas docentes en funciones de docencia directa, como pasa en los CECAP, que su mecánica contractual tenga derechos iguales a los de secundaria y primaria.
Hoy la gente que está por horas docentes haciendo esas funciones están agarrados del pincel, no tienen un contrato, es una asignación de horas. Hemos avanzado bastante en Educación y están en la misma sintonía. Otro tema son la inequidades salariales y la escala salarial, porque en la Dicyt hay sueldos de $100.000, $ 80.000 y $ 70.000 y por la misma función en otro lado tenés sueldos de $ 20.000. Una buena escala salarial que se mantenga en el tiempo no solo dignifica al que está y al que puede venir, sino que a la larga empareja todo.
Entrevista: Comisión Comunicación ATEC